El otro día caí en la cuenta de que este mes se cumplen ocho años desde que empecé a hacer cursos y a intentar extender esta forma de vida basada en la “conciencia”. Y me parece que ocho es un buen número para detenerse y celebrar…
Fue en octubre de 2.014 cuando hice mi primera charla sobre Mindfulness. A partir de ese momento se abrió una puerta tras la que me esperaban encuentros, historias, sentires y aprendizajes que han hecho de este camino algo mágico y gozoso.
Durante este tiempo se ha consolidado un cambio de vida que siento como algo natural, y que me ha reportado muchas más alegrías que tristezas.
Y sobre todo, durante estos años he tenido el privilegio de poder conocer y acompañar a personas que han confiado en mí. Tras cada curso, taller, sesión o retiro se ha ido formando una maravillosa tribu de buscadores, en la que cada cual ha empezado a mirar sin miedo su corazón y a reconocerse en el de los demás. Una tribu de personas maravillosas que pretenden ir más allá de sus condicionamientos y no se violentan ni se incomodan por contactar, desde el amor, con ell@s
mism@s y con otr@s.
No tengo palabras para agradecer a tod@s y cada uno de vosotr@s las vivencias y aprendizajes. Sí me gustaría poner en valor la valentía que os animó en su día a buscar un lugar distinto, más calmado y compasivo, aunque a veces también más incómodo que el que nos han mostrado. Para un@s habrá sido la/s duda/s y para otr@s algún tropiezo lo que dió lugar a la intuición primero y la convicción después de que hay otra forma de transitar la vida, una forma que pasa por ir más allá de todo lo que se da por hecho o por sabido.
Mil gracias de todo corazón, y felicidades por cada camino emprendido con valentía. Por mi parte, siento que al ser testigo de ello he recibido y recibo más de lo que doy.
Un abrazo sentido…
Fotos @danielfico
(2014) y @josemariafuentesg (2022)
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